La Herradura, La Joya del Mar de Alborán
En el extremo occidental de la costa de Granada, las estribaciones de Sierra Nevada y de la Sierra de la Almijara vienen a descansar al mar formando una impresionante bahía, La Herradura, La Joya del Mar de Alborán.
Encerrada por kilómetros de montañas que la protegen de los inhóspitos vientos del Norte y acariciada por la suavidad del Mar Mediterráneo, esta tierra disfruta de un microclima subtropical. Aquí se cultiva la chirimoya, el aguacate, el mango,… y la caña de azúcar, que fue introducida en esta tierra por los árabes y de aquí partió a las grandes plantaciones del Nuevo Mundo.
Esta serena ensenada está formada por los brazos de la Punta de La Mona a Levante y Cerro Gordo a Poniente. El dibujo que la Punta de La Mona describe al penetrar en el mar, hace que La Herradura sea el mejor refugio frente a los temporales de todo el mar de Alborán. Punto estratégico bien conocido desde la antigüedad por marinos y corsarios.
En su parte sumergida esta montaña llega hasta los 50 metros de calado. Es por ello que los acantilados de La Punta de La Mona ofrecen una gran variedad de hábitats en sus diferentes cotas de profundidad.
Sus fondos alternan grandes extensiones de cascajo de alga calcárea con arenas gruesas, finas y limo, que proporcionan ecosistemas ricos y diferentes a los que encontramos en sus paredes y roqueos.
En el otro extremo de la bahía, Cerro Gordo. Acantilados de gran desnivel, donde la erosión del mar ha creado una serie de cuevas de enorme belleza, y un litoral salpicado de paradisíacas calas forman el Paraje Natural de Maro-Cerro Gordo. Una franja costera de alto valor ambiental, de naturaleza salvaje y libre de la vorágine inmobiliario-turística.
En el Mar de Alborán, el Mediterráneo se enriquece de corrientes atlánticas y con la pureza de las aguas de Sierra Nevada, dando lugar a una mezcla de gran calidad. Es por ello que La Herradura posee gran riqueza de algunas especies en peligro de extinción, como el coral naranja, “Astroides calycularis” o el coral candelabro “Dendrophilia ramea”.
Astroides calycularis, emblema de nuestros acantilados, es un coral autóctono del Mediterráneo con cientos de millones de años de antigüedad y que ha ido desapareciendo del Mare Nostrum debido sobre todo a la contaminación.
La principal característica de nuestros fondos marinos es que aquí la roca “está viva”. Nos encontramos con piedras y paredes tapizadas de una gran diversidad de corales, anémonas, espirógrafos, ascidias, esponjas, estrellas de mar…
Asociados a estos organismos, multitud de Nudibranquios.
En La Herradura se han catalogado más de 250 especies diferentes, lo que convierte a este destino en un paraíso de la fotografía submarina.
También es habitual en nuestra bahía el avistamiento de cetáceos. Una familia de entre 15-17 delfines mulares viven en nuestra costa. Además, manadas de delfines comunes y listados visitan con frecuencia la Punta de La Mona y Cerro Gordo.
En definitiva, La Herradura es un pequeño paraíso para la práctica del buceo. Sus acantilados nos ofrecen la posibilidad de bucear aunque haya temporal.
Siempre tendremos una zona óptima para disfrutar de nuestro deporte favorito.
Fotografías de:
Rafael Fernández
Marcos González (Boychi)
Celia García
Añadir Comentario