El buceo es una actividad deportiva que no requiere de un esfuerzo físico intensivo. Sin embargo, todo buen submarinista es consciente de la importancia de contar con una buena forma física. Si nuestro cuerpo se encuentra en unas condiciones adecuadas podremos reaccionar más rápidamente ante cualquier problema que pueda surgir, evitaremos posibles lesiones y, lo más importante, disfrutaremos más de nuestra inmersión.
Con un buen entrenamiento para buceo contribuimos a reducir el consumo de aire, nos sumergimos más tiempo con menos esfuerzo e incluso reducimos el riesgo de sufrir la enfermedad de descompresión. Pero, ¿cómo conseguimos la preparación física necesaria para aprovechar todas estas ventajas?
Preparación física para buceo
Lo primero que debes de saber es que no es necesario una preparación física muy exigente, basta con estar en buena forma. A pesar de practicar buceo regularmente, no es suficiente para mantener la condición, por lo que es muy recomendable complementar las aptitudes físicas con entrenamiento para buceo fuera del agua.
El buceo es uno de los deportes más completos que existen, ya que nos hace trabajar toda la musculatura. Por ello, no existen zonas concretas que deban entrenarse con más insistencia que otras. Lo mejor es estar en buena forma física general para evitar bajones de rendimiento o peligrosas pérdidas de conocimiento.
¿Qué cualidades se deben trabajar?
Para desarrollar una práctica del buceo óptima, se puede llevar a cabo distintos tipos de entrenamiento para buceo:
- Actividad aeróbica: no hace falta que sea una actividad intensa. Lo que se pretende es reforzar la capacidad cardio-pulmonar a través de distintos ejercicios de tonificación como correr o montar en bici. Así mejoraremos la obtención de energía y reduciremos su consumo cuando estemos bajo el agua.
- Musculatura: también es recomendable fortalecer la musculatura del tronco y el tren inferior. Esto nos facilitará la tarea de soportar el elevado peso del equipo de buceo y desarrollamos un aleteo más efectiva, evitando incluso los calambres.
- Control del cuerpo: es imprescindible ser consciente del espacio que ocupamos para poder movernos con soltura y fluidez bajo el agua. Para ello, viene bien realizar una serie de estiramientos con los que ganar flexibilidad y mayor libertad de movimientos. Será mejor realizarlo los días que no vayamos a bucear, justo después del ejercicio.
Es muy importante tener en cuenta los tiempos de descanso cuando mezclamos un entrenamiento intenso y la práctica de buceo. Hay que mantener un margen de 24 horas antes y después de bucear si queremos realizar una actividad física exigente, ya que de lo contrario podemos sufrir de fatiga muscular, deshidratación o cualquier otro problema que puede ser muy serio bajo el mar.
Deportes complementarios de entrenamiento para buceo
Existen una serie de deportes que complementan de forma fantástica la preparación física para bucear:
- Natación: su ventaja más importante es que se desarrolla en el mismo medio que el buceo, por lo que viene muy bien para irse acostumbrando. Además, trabajamos una gran cantidad de músculos, especialmente las piernas, algo que siempre será de ayuda en el buceo. También es conveniente nadar de vez en cuando usando aletas para acostumbrarse a su uso y alternar ejercicios de apnea.
- Running y bicicleta: como hemos comentado antes, estas actividades son muy beneficiosas para mejorar nuestra capacidad aeróbica, ganando resistencia. Igualmente, son excelentes ejercicios para fortalecer las piernas.
Estas recomendaciones de entrenamiento para buceo os ayudarán a disfrutar más y mejor de vuestras inmersiones, acortando el plazo de recuperación y alargando vuestra capacidad de resistencia. En definitiva, se trata de estar en la mejor forma posible para afrontar cualquier situación que se pueda producir bajo el agua.
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