La Inmersión Roqueo de los 14 comienza a unos 50 metros de la esquina de poniente de la playa de Marina del Este.
Bajamos a una profundidad de unos 5 metros. Numerosas piedras se han desprendido a modo de “escollera”, formando una pared que desciende hasta los 9 metros.
El fondo es de arena y pequeñas piedras, con manchas de algas pardas donde podemos encontrar algún caballito de mar perfectamente mimetizado con las algas.
Avanzamos con la pared a la derecha, rumbo Sur.
En las rocas, numerosos espirógrafos, gran variedad de anémonas, erizos y estrellas de mar. En sus grietas, reyezuelos, meros, abadejos y, si observamos con detenimiento, gambitas limpiadoras y ejemplares de una de las quisquillas más llamativas del Mediterráneo; “Gnathophyllum elegans”, con una coloración sorprendente.
Cuando llegamos a los 12 metros de profundidad, la “escollera” da paso a una formación de enormes rocas que se extienden hacia el este, y nos reciben con una gran explosión de vida.
A los 14 metros de profundidad llegamos a la última de estas grandes piedras, donde numerosos “Anthias” aportan colorido a la inmersión.
El sustrato de arena fina da paso a un fondo de cascajo con bellos ceriantus, nacras, algas pardas y donde podemos avistar rubios, golondrinas, tembladeras y alguna raya mosaico.
Nos acercamos de nuevo al roqueo y lo sobrevolamos a menos profundidad. En las grietas y las zonas más umbrías, tapiz de coral naranja y anémona incrustante amarilla. En los huecos y cavidades, cangrejos ermitaños, congrios y brótolas. Son frecuentes pulpos, sepias, cabrachos y rascacios.
El paisaje es espectacular, con pasadizos entre las rocas y algunos arcos entre los que pasamos siempre que tengamos un buen control de la flotabilidad para no dañar el rico tapiz coralígeno.
En el azul bancos de bogas y bolas de alevines emiten destellos plateados huyendo de grupos de seriolas.
La parte menos profunda de estas grandes rocas se sitúa entre los 5-6 metros. Aquí disfrutamos de numerosos lábridos, mojarras, sargos de buen porte, salemas, gobios y blénidos.
En definitiva, se trata de una inmersión ideal para buceadores noveles, ya que su profundidad máxima es de 14 metros.
También para buceadores con más experiencia por su gran biodiversidad.
Cabe destacar la gran riqueza de su microfauna, entre la que distinguimos nudibranquios como el “Janolus cristatus” y ejemplares del género “doto”.
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http://litoraldegranada.ugr.es/
Fotografías:
L.S Tocino
Marcos González (Boychi)
Celia García
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